La jueza del caso Julen concluye que el dueño de la finca cometió un homicidio por imprudencia al dejar abierto el pozo

La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha dictado un auto en el que concluye que David Serrano, el dueño de la finca de Totalán donde está el pozo ilegal por el que el pequeño Julen cayó y murió en enero, habría cometido un delito de homicidio por imprudencia grave al dejar la profunda cavidad sin tapar.

"Es algo que esperábamos. Teníamos idea de que los tiros iban a ir por ahí por cómo se ha ido desarrollando la investigación, por las declaraciones de los testigos...", apunta a 20minutos Antonia Barba, la abogada de los padres de Julen.

"El auto deja claro que, efectivamente, los padres no habían sido avisados del pozo y que no se habían tomado las medidas suficientes", prosigue la letrada, que manifiesta que José y Vicky están agotados por este caso. "Han perdido a su hijo y, además, es un tema muy mediático. A eso hay que sumarle que por parte de la defensa [de David Serrano] se está intentando apuntar a otro sitio, y todo eso ellos lo viven en primerísima persona".

En cuanto a la cuestión de si David Serrano avisó o no de la existencia del pozo, la defensa del dueño de la finca ya ha anunciado que presentará un recurso porque considera que su cliente sí que advirtió a Vicky y José de la presencia de las diferentes prospecciones, un hecho que el auto contradice.

Según publica Diario Sur, la jueza ha cerrado la fase de instrucción del caso y ha ordenado que sigan las actuaciones contra el propietario de los terrenos. Ahora, las partes tienen un plazo de diez días para solicitar la apertura del juicio oral, formulando su escrito de acusación, o para pedir el sobreseimiento del caso.

La jueza realiza este relato de los hechos relacionados con la muerte de Julen tras analizar todas las pruebas admitidas, como las declaraciones de los padres, del dueño (y pareja de la prima del padre del pequeño) y la autopsia realizada, que concluyó que Julen murió "pocos minutos" después de caer al pozo y negó que fuera una piqueta empleada por los equipos de rescate la causante de la muerte —tal y como intentó demostrar David Serrano—.

En su auto recuerda que Serrano compró los terrenos de Totalán en octubre de 2018 y que, para obtener agua, contrató de forma verbal al pocero Antonio Sánchez, quien realizó la perforación de 110 metros de profundidad y 23 centímetros de diámetro. Sin embargo, al no conseguir el objetivo de encontrar agua, se colocó una piedra encima del pozo para cerrarlo.

Tras estos trabajos, las obras continuaron en la finca, reconstruye la jueza, con la ejecución de una zanja en forma de 'L' para realizar un muro de contención el 5 de enero de 2019. Ese día el pozo volvió a quedar tapado, pero días después David volvió para realizar unas mediciones y fue entonces cuando se marchó dejando al descubierto la profunda cavidad.

El 13 de enero, día del trágico suceso, David y su mujer y su hija volvieron a la finca con los padres de Julen, José Roselló y Victoria García, y el pequeño. La idea era hacer una paella. Según el escrito de la magistrada, Julen cayó en el pozo estando la otra niña a 2,5 metros de distancia, David y José preparando el fuego para la comida y Victoria llamando por teléfono al trabajo.

Al meterse Julen en la zanja y empezar a correr hacia el pozo, la otra menor gritó para alertar a los adultos. Según de la magistrada, José reaccionó inmediatamente y corrió detrás de su hijo para intentar alcanzarlo pero no lo consiguió y Julen se precipitó por el agujero.